Tengo miedo de que
llegue el día
en el que verte ya no
implique sentir nada.
Pensé que mi mayor miedo
sería no poder dejar de
extrañarte
ni con el paso del
tiempo,
pero ahora se tornan
todos los papeles
y quedan las cartas al
descubierto.
Vuelvo a tener sobre la mesa
un sinfín de incógnitas.